Si hay un emblema del siglo XXI en León, ese es el MUSAC (Av. Reyes Leoneses, 24, 24008 León). El Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León es seguramente el edificio más singular de la última década en León, obra del estudio Mansilla y Tuñón, ha sido reconocido con numerosos premios y galardones (incluido el Premio Mies van der Rohe, la «Champions League» de la arquitectura contemporánea).
Pero la singularidad del edificio va mucho más allá de sus coloridos ventanales, inspirados en las vidrieras de la Pulchra Leonina. Desconcertantes retrospectivas, sonidos inclasificables, películas de culto o los desfiles de moda más transgresores son algunos de los eventos culturales que ha acogido este edificio, sin duda todo un emblema para los leoneses más “cool”.
Hablando de León, no resulta extraño que el rincón con más historia del MUSAC sea el espacio dedicado a la restauración. El restaurante Vivaldi en la planta de arriba y la cafetería Cidón en la planta baja, son la herencia viva de Carlos Domínguez Cidón, el primer chef leonés con estrella Michelín y seguramente uno de los mejores embajadores que ha tenido la gastronomía leonesa.
Hoy nos centraremos en la Cafetería Cidón, una propuesta de “fast food” muy leonesa, parada obligada para el visitante y siempre que el tiempo lo permita, en la terraza del patio principal del museo. Con una carta que va de la pizza de queso Conde Duque con chorizo de León a los garbanzos de Pico del Pardal con careta de cerdo, pasando por propuestas más internacionales como las verduras en tempura crujiente y por supuesto con una variada carta de hamburguesas.
Decidirse por una de las hamburguesas de la cafetería Cidón puede ser una tarea más que complicada si no vas a tiro fijo, las opciones: hamburguesa de sepia fresca (con cebolla confitada, ali-oli y pan negro), de verduras con romesco y pan de vegetales (ideal para vegetarianos) o las de buey Valles del Esla en sus dos variantes (sola o acompañada de picadillo en el formato “chichiburguer”). Nosotros teníamos mono de carne y nos decidimos por las dos hamburguesas de buey y una ración de patatas fritas con sal de ajo.
Hamburguesa de Buey Valles del Esla:
Todo lo que podamos decir de uno de los productos con más caché de la provincia es poco. Descansando sobre una cama de lechuga de la tierra y protegida por pan de sésamo, se trata una carne roja que se aconseja degustar “al punto” y siendo puristas sin salsa de tomate, kétchup ni mostaza. Sabrosa, tierna y jugosa, es 100% carne de bueyes criados en la montaña de León y procesada en el macrocomplejo de Valles del Esla S.A., bajo los más exigentes estándares de calidad.
Chichiburguer:
Una interesante apuesta de la Cafetería Cidón, una hamburguesa que mezcla carne de buey de Valles del Esla con “chichos” o picadillo, otro de los productos cárnicos más típicos de León. El resultado es más que sorprendente, a la jugosidad de la carne de buey hay que añadir el regusto picante del picadillo, la materia prima del chorizo de León, una hamburguesa ideal para las, cuando menos, frescas noches leonesas. Aparte de la mezcla de dos tipos de carnes típicas leonesas, esta hamburguesa va acompañada de tomate fresco en rodajas y patatas fritas chip, sin duda una manera singular de degustar carne de buey de León.
Por poco más de 8 € tenéis a vuestro alcance un manjar de pura carne leonesa en un entorno diferente, el MUSAC. Imperdonable si eres leonés y aún no lo has probado e imperdible si estás de paso por la capital del Bernesga y quieres llevarte un buen recuerdo gastronómico.
¡Buen provecho!